Reseña del libro: Sweet Grant, el debut para adultos jóvenes 'I Am the Cage', da una voz resonante a los sin voz

Desde la más temprana infancia se nos enseña que los médicos son sanadores de confianza, por lo que hay un sentido especial de traición cuando infligen dolor. La novela debut para adultos jóvenes 'I Am the Cage' de Allison Sweet Grant — autora de dos libros ilustrados — cuenta los crímenes cometidos contra el cuerpo y la psique de Elisabeth por la comunidad médica, y por aquellos que se quedaron mirando mientras sucedía. Pero también cuenta de la supervivencia, la gracia y el autodescubrimiento.

El pasado de Elisabeth no es menos que agonizante. Es solo lentamente, a través de ataques de pánico y flashbacks, que aprendemos lo que se necesita para recuperar un sentido de sí mismo y de propósito después de sobrevivir a un trauma.

Los lectores deben tomar el asiento del pasajero y ceder al ritmo de la protagonista mientras Elisabeth revela sus cicatrices y las historias detrás de ellas. Cuando una tormenta de nieve se cierne sobre el tranquilo pueblecito de Wisconsin al que Elisabeth ha huido, cortando la electricidad y poniendo a prueba sus escasos suministros, la joven agorafóbica finalmente se permite hacer lo prohibido: Pedir ayuda. Su apuesto vecino Noah responde rápidamente a la llamada.

Pero esta no es tu típica historia donde la chica que ha sido herida se enamora de un chico que la 'arregla', o le muestra cómo amar de nuevo.

Aunque principalmente está ambientada en 1999, Sweet Grant adopta un enfoque más moderno al mantener a Noah estrictamente como un personaje de apoyo. Narrado en primera persona en tiempo presente, los lectores deben mantener su atención en Elisabeth. Es un foco singularmente adecuado para dos razones: Refleja el aislamiento extremo del personaje principal, y da una voz resonante a los sin voz. La historia misma actúa como un paso hacia corregir las injusticias que enfrentó Elisabeth — y muchos lectores resonarán con — al no ser escuchada por profesionales médicos fríos, ocupados o de otro modo inatentos.

En contraste con la materia pesada, la escritura es simple y fácil de digerir. Entre los poemas ocasionales, la narración está llena de símiles, metáforas y descripciones sutilmente deslumbrantes.

Sweet Grant escribe con suficiente esperanza y felicidad para hacer soportable la situación de Elisabeth, mientras va construyendo lentamente su pasado para darle al final el peso que merece. Aun así, no esperes flores y arcoíris. Hay algunos momentos mágicos, pero 'I Am the Cage' está firmemente atado a la dura realidad de nuestro doloroso y hermoso mundo.